Cuantas veces nos hemos encontrado con la situación que queremos comprar algo y siempre decimos no, utilizando las famosa muletillas: “no me alcanza el dinero” o “No gano lo suficiente” y muchas más similares, ante esto, siempre es necesario considerar la siguiente pregunta: cuanto gastamos en realidad? O la pregunta del millón: Porque es importante elaborar un presupuesto personal? No hay que pensar mucho ni tener Doctorados y Maestrías para darnos cuenta que los negocios globales exitosos tienen una cosa en común: realizan presupuestos.
Elaborar un presupuesto personal es importante no solo para no decir que SÍ a todos los gastos que afrontamos, sino también, llevar al día las cuentas y gastos personales que hacemos todos los días. Un presupuesto es un plan que contempla los posibles gastos que se realizarán en un periodo de tiempo concreto. No podemos confiar en nuestra memoria para controlar los ingresos y gastos, aunque muchos piensen que escribir estos datos es una tarea innecesaria.
En primer lugar hay que tener en cuenta que hacer un presupuesto personal libera la mente, porque elimina el estrés que provoca estar recordando cuánto podemos gastar en cada cosa continuamente y a cada momento.
Además, este ejercicio aumenta la disciplina, ayuda a tomar decisiones y permite tener controlado el dinero, y no al contrario. Con un presupuesto sabremos cuál es el impacto de cada una de las opciones entre las cuales se debe decidir. Respecto al primer punto, realizar un presupuesto es un ejercicio continuo de auto-disciplina que nos acerca a la libertad financiera.
Y con ello nos surge una duda: ¿por qué realizar un presupuesto a nivel personal nos resulta tan complicado si es algo tan importante y liberador? Una posible explicación es que la palabra tiene una connotación complicada “presupuesto”. Es como la palabra dieta, automáticamente pensamos en lo que no podemos comer y se nos antoja como nunca.
Es por ello que algunos consideran la palabra “presupuesto”, inconscientemente sugiere un concepto de “restricción mental”, por lo que para eliminar ese concepto podemos modificar ciertos términos: En lugar de llamarlo presupuesto, le diremos plan de gastos, con ello podemos jugar un poco con nuestra mente y lo podremos considerar como “aquel plan que nos permitirá conocer lo que podemos y no podemos comprar”, después de todo, un presupuesto no es más que un plan de cómo debemos gastar nuestro dinero.
Entre los consejos para hacer bien un presupuesto destacan: hacerlo en papel o en algún programa que sirva para esto, intentar equivocarnos cada vez menos en los cálculos y planificar los gastos a través de dos barras diferentes que separen el plan de gastos y el registro efectivo de gastos.
En la siguiente entrega veremos algunos consejos prácticos para elaborar nuestro presupuesto personal.
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