Trabajar en equipo es esencial cuando se busca el cambio dentro de las organizaciones, las personas que se involucran en un equipo vienen con modelos mentales diferentes y por esto es, que muchas veces iniciar se hace más difícil. Un trabajo en equipo efectivo implica un continuo acto de equilibrio entre las necesidades del grupo y las individuales.
A la pregunta de porque fallan los equipos se puede plantear que no existe una sola razón, los problemas más comunes son: necesidades disparejas, metas confusas y objetivos no definidos, roles poco claros, mala toma de decisiones, malas políticas y procedimientos inadecuados, conflictos personales, mal liderazgo, visión borrosa, cultura anti- equipos, feedback e información insuficiente, sistemas de recompensas mal concebidos, falta de confianza en el equipo, resistencias al cambio, herramientas equivocadas.
Estos problemas pueden ser abordados y buscarse una solución; identificando el problema y tomando las medidas para comprenderlas y mejorarlas, en y durante el proceso de equipo.
Los seres humanos necesitamos y nos constituimos través de la interacción social, en esta obtenemos afectos, afiliación, reconocimiento, posibilitamos el intercambio de ideas y obtenemos valor personal. Las personas nacen, los equipos se hacen. Ya que si bien buscamos integrar un equipo, en ocasiones se produce conflictos entre los objetivos individuales de los miembros y el objetivo general del equipo en sí.
Algunas razones por las que fallan los equipos, pueden ser:
Liderazgo no efectivo, cuando no contamos con un líder que sea efectivo y demuestra voluntad para resolver conflictos, trazar metas iniciales y capacitar al equipo.
Individualismo excesivo. Cuando algún integrante se concentra en ser único, hacer las cosas a su manera, en destacar, competir, obstaculizando el trabajo en equipo. El problema es que nos limitamos a ver únicamente nuestras diferencias e individualidades. Cuando trabajamos en equipo, las individualidades y diferencias se manifiestan.
Objetivos poco claros. Los miembros no tienen definidos ni conocen sus objetivos. Aparte de que no saben qué es lo que hay que lograr, tampoco saben cómo conseguirlo.
Falta de comunicación: este aspecto debe ser uno de los más importantes a la hora de gestionar un grupo. En los casos en los que esta norma no escrita no se respete, dará lugar a situaciones negativas que romperán el equilibrio del equipo.
Falta de cohesión: Se refiere a la atracción que ejerce la condición de ser miembro de un grupo. Los grupos tienen cohesión en la medida en que ser miembro de ellos sea considerado algo positivo y los miembros se sienten atraídos y comprometidos con el grupo.
Falta de Recursos: El equipo debe contar con el recurso económico suficiente y adecuado para alcanzar las metas y objetivos
Falta de Feedback o reconocimientos: la gente se desmoraliza ante un continuo sentimiento de fracaso o de frustración. De vez en cuando es necesario recompensar al equipo por sus logros
Dificultad para alcanzar acuerdos: en ocasiones es difícil llegar a una decisión que sea por conceso general y no por la presión de una fecha tope u otras circunstancias.
En una próxima entrega, veremos como podemos contrarrestar algunos de estas fallas, y salir adelante con nuestros equipos de trabajo, y para mientras, ¿cuales otras razones consideras que pueden ser la falla, o abonar a las fallas actuales?
Hasta la próxima.